“Si los cobardes que deciden las guerras tuvieran que ir a pelearlas, viviríamos todos en paz”
– Mafalda (Quino)
Muchas han sido las mujeres quienes a través de los años han escrito bajo los embates de la guerra, sin embargo, sus letras y su persona han quedado en el olvido. Varias escritoras se han involucrado en los conflictos de manera personal, pero al acabar han terminado en el exilio, otras han vivido la guerra en su niñez lo que ha supuesto la pérdida de su infancia o su juventud, otras desde el dolor recuerdan el trauma de los fusilamientos y de los fallecidos.
Destacamos en esta edición de Tulancingo Lector las siguientes obras: “Cartucho: Relatos de la lucha en el Norte de México” de Nellie Campobello En su obra Cartucho: Relatos de la lucha en el Norte de México, publicada en 1931 uno de los grandes textos de la literatura mexicana, en ella no describió las batallas, ni las posiciones políticas; no rescató los testimonios extensos de los guerreros.
Fue a su memoria para eternizar los instantes más olvidables, para otros, y más intensos, para quiénes los vivieron. Escribió de lo que sucedió una tarde tranquila, borrada en la historia de la Revolución; e hizo una crónica de lo que casi nadie quería, ni ha querido escribir: del periodo acontecido entre 1916 y 1920, en el estado de Chihuahua.
Los pocos historiadores que han tocado este tema han coincidido en llamarla la época más sombría de la historia de esta región. Cartucho no ha tenido el reconocimiento que merecen su singularidad y maestría narrativas; dadas la naturaleza de la república literaria mexicana en el siglo XX donde la cualidad permanente es el olvido de su propia tradición. En todos sus textos la escritora captura esos momentos que la histografía no sabe cómo incorporar a su visión ni a su discurso, cada obra singular, cada obra única, no sólo es el recorrido de un sendero irrepetible, también es el descubrimiento de comarcas inexploradas. Cartucho fue y sigue siendo una nueva dirección para la vida del lenguaje y para los destinos de la narración.
Mientras que en “Los recuerdos del porvenir” de la autoría de Elena Garro, es una novela en la que el texto recorre la memoria de Ixtepec, un pueblo zarandeado por los vaivenes revolucionarios de la historia mexicana. Desde su primera página la novela consigue un tono legendario, el propio Ixtepec se convierte en la voz del narrador.
La obra nos cuenta la historia de un general llamado Francisco Rosas que gobierna con mano dura y produce cadáveres a su antojo; pero sufre la indiferencia de su amante la hermosa Julia Andrade. Por otro lado, está la familia de los Moncada, una familia de abolengo cuyos hijos, son, Isabel, Nicolás y Juan, determinantes en el destino del pueblo, sin embargo, también existe Felipe Hurtado, misterioso personaje que, sin declararlo, quiere recuperar a su amada Julia él se convertirá en el principal personaje en llevar la historia a un fatal desenlace.
Y narra un hecho histórico, la Guerra de los Cristeros, en donde al hostigamiento cruel del tirano despechado, se une la ley del presidente Calles que clausura cultos e iglesias, así que el pueblo decide salvar a su párroco. ¡Qué noche tan llena de amenaza! La madre de los Moncada ofrece una fiesta al general y a sus oficiales. Se sospecha que el ejército revolucionario bajará de la sierra para liberar a Ixtepec. Mientras tanto Isabel Moncada está fascinada con el general Rosas, pero no sabe que su hermano conspira contra los militares. Todo se desencanta, los militares han previsto la jugada.
En tanto que en “Oficio de tinieblas” de Rosario Castellanos, mujer que se preocupó por las condiciones de vida de los indígenas y de las mujeres en su país, en este libro recrea con precisión la atmósfera social y religiosa de Chiapas allá por el año 1867, es una novela que a bien tuvo recibir el premio “Sor Juana Inés de la Cruz” por el excelente trabajo literario de la escritora.
Está basada en el levantamiento de los Chamulas de 1867 a 1870 en San Cristóbal, Chiapas, que culminó con la crucifixión de uno de ellos al proclamarlo como el Cristo indígena. Rosario Castellanos se sumerge en la historia de los personajes para tratar de entender qué los llevó a cometer tan desgarrador acontecimiento y lo recrea con la Reforma Agraria del gobierno de Lázaro Cárdenas. En esta obra Rosario Castellanos retrata la opresión del mundo indígena que apenas consigue sobrevivir al menosprecio y despojo de sus tierras por parte de los blancos. Es un hecho real, al que, usando entrevistas personales, reconstruye ese calvario y lo describe con la sensibilidad de su pluma y con el conocimiento de la historia y sus protagonistas.
“Oficio de tinieblas” es una lectura que atrapa al lector, lo mantiene expectante en cada párrafo, en cada palabra, en la novela los personajes no dicen todo lo que piensan, como en la vida real, detrás de cada diálogo solo existe el simulacro en los que la lucha por la dominación no da tregua, son la voz del narrador y los lectores los únicos capaces de descifrarles.
Hay otras mujeres, grandes cronistas todas ellas, que puedes consultar en las bibliotecas de Tulancingo, hay varios títulos disponibles para todos ustedes.
BIBLIOGRAFÍA
Escritoras silenciadas: ellas también vivieron y contaron la guerra – Organización de Mujeres
– Cartucho: Relatos de la lucha en el Norte de México (Prólogo de Jorge Aguilar Mora)
– Los recuerdos del porvenir
Editorial: Planeta – CONACULTA
https://hombreenlaoscuridad.blogspot.com/search?q=ELENA+GARRO
– Oficio de tinieblas, Editorial: Joaquín Mortiz (Verónica Meo Laos)