“Hacía mucho tiempo que los animales deseaban averiguar a qué sabía la luna. ¿Será dulce o salada? Tan sólo querían probar un pedacito”, así comienza un cuento cuyo título es ¿A qué sabe la luna?, de Michael Grejniec y del que les daremos un adelanto en éste que es el número 37 de Tulancingo Lector.
La historia sigue así, “Por las noches, miraban ansiosos hacia el cielo. Se estiraban e intentaban cogerla, alargando el cuello, las piernas y los brazos. Pero todo fue en vano, y ni el animal más grande pudo alcanzarla.”
Los personajes de la obra son: la tortuga, un elefante, la jirafa, la cebra, el león, el zorro, el mono, un ratón y un pez.
El mensaje de este relato tiene que ver con la solidaridad y que de una forma unida se pueden lograr los objetivos, incluso, los que se creen inalcanzables.
Éste es uno de cientos de títulos dedicados a niñas y niños, y en sí a lectores de todas edades, que se encuentran en las ocho bibliotecas con las que se cuenta en el municipio de Tulancingo.
A través de esta sección se invita a las pequeñas y los pequeños, a que en el periodo vacacional que comienza, acudan a la estantería más cercana a su domicilio con la intención de que inicien o mantengan el hábito de la lectura.
Estos espacios de consulta de acervo, son seguros para usuarios, y una excelente opción para que niñas y niños vayan, en este poco más de un mes que tendrán de asueto.
Si quieren conocer el final de este relato, y a qué sabe la luna, los esperamos con los libros abiertos en la biblioteca de su preferencia.

Como parte del vasto acervo con el que se cuenta en el área infantil, de cada una de las bibliotecas de éste municipio, se encuentra la colección Frutos Prodigiosos, de la que abordaremos en esta edición 36, de Tulancingo Lector.

Se trata de una serie de ejemplares, en los que a través de cuentos, cantos, refranes y mitos, se habla de los aromas, colores, sabores, sonidos y texturas de algunos de los frutos que hay en México, y cuya variedad es extensa.

En el libro “El jitomate, fruto con ombligo” de Arnulfo de Santiago, niñas y niños podrán empezar la lectura con una adivinanza, seguida por un cuento.

Además, resalta que el nombre científico del jitomate es, Lycopersicum esculentum, alude a un fruto comestible, no obstante, en Europa, al principio no lo consideraron así, su difusión como alimento tardó más de cien años.

“¿Por qué es rojo el jitomate, El jitomate debe su color al caroteno, un pigmento que va de amarillo al rojo y que se procesa durante la digestión en nuestro organismo, formando la vitamina A”.

Otro ejemplar de esta colección es “La papaya, fruta bomba”, del escritor Luis Rojo, que inicia con una leyenda maya. “El regalo de Kin Chob a los hombres”.

Se cita que “Chick put es el nombre que los mayas dieron a la papaya, aunque también le llamaban simplemente put. Al parecer, el vocablo papaya proviene de alguna lengua que se hablaba en el Caribe, cuando llegaron los españoles, quizá del otomaco papaio del taino papayana, palabras que significan desmoronar o martajar.

“La papaya es de la familia de las caricáceas- de ahí su nombre científico: Carica papaya-; su constitución es la de una planta arborescente, es decir, más parece árbol que planta, pues llega a sobrepasar los cinco metros de altura.

“Quizás fue el encanto y el temor al futuro lo que provocó que temblara la guayaba, y con el temblor se desprendió de la rama.
Pudo ser eso; más lo cierto es que ya era tiempo de que cayera, y eso lo saben bien el árbol, el viento, el sol, la lluvia”, es un fragmento del libro “La guayaba, fruto de arena”, también de Arnulfo Santiago, que se puede consultar en las estanterías de Tulancingo.

Como parte de su contenido se refiere que del guayabal los pueblos obtienen leña para cocinar sus alimentos o para aliviar los efectos del frío.

En algunas partes de México y Centroamérica, la corteza de este árbol se prepara para teñir pieles y también su uso por gusto, remedio o sustento.

Se dice que la guayaba es la fruta con más alto contenido de ácido ascórbico, de vitamina C, en lo que supera a los cítricos como el limón y la naranja. Para conocer más de esta fruta los invitamos a leer el ejemplar.

Mientras que en “El aguacate”, de Rosalía Chavelas, nos cuenta que se trata de un fruto del árbol del mismo nombre o aguacatero, y fue uno de los alimentos que integró la dieta de los antiguos habitantes del valle de Tehuacán, Puebla.

El aguacatero posee un tronco recto, cubierto por una corteza agrietada de color café grisáceo que alcanza una altura de hasta 20 metros. El follaje es perenne, requiere mucha humedad, florece de febrero a mayo y puede fructificar gran parte del año.
Otro ejemplar de la colección es ”El Henequén”, de Stella Cuéllar, y explica que pertenece, según los botánicos, a la familia de las amarilidáceas y su género es agave, el mismo del maguey. Su nombre científico es agave four-croydes.

Menciona que es difícil distinguir un agave de otro, pues son muy similares y a todos se les conoce con el nombre genérico de maguey. El género agave comprende más de 200 especies que se extienden desde el sur de Estados Unidos hasta Centroamérica, aunque la mayoría se encuentra en México.
“El Maguey”, autoría de Jennie Ostrosky, resalta que es una planta de hojas arrosetadas, gruesas y carnosas, dispuestas sobre un tallo corto conocido como piña, cuya parte inferior no sobresale de la superficie de la tierra. Así como que en México existen 200 especies de la familia de las agaváceas.

Más títulos son; “El cacahuate”, de Luis Rojo, “El nopal” y “El chicle”, ambos autoría de Sarah Corona.
Tanto niñas como niños, jóvenes y adultos pueden conocer más del contenido de éstos libros en las ocho estanterías públicas de Tulancingo.

El Principito es uno de los clásicos de la literatura infantil, traducido a más de 250 idiomas, incluyendo el sistema de lectura braille, y es de los libros más vendidos de todos los tiempos.

Se puede encontrar en español y náhuatl en las bibliotecas de Tulancingo.

En la edición número 35 de Tulancingo Lector hablaremos de esta novela, que fue publicada en abril de 1943, tanto en inglés como en francés, con base en datos consultados en internet.

La misma fuente cita que es la obra más famosa del escritor y aviador francés Antoine de Saint-Exupéry, quien nació un 29 de junio de 1900 y murió un 31 de julio de 1944.

Se trata de una narración corta cuya historia se centra en un pequeño príncipe que recorre el universo, en ese viaje se da cuenta de la forma en que los adultos ven la vida, y a través de metáforas advierte el valor del amor y la amistad.

“Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo”. “Solo se ve bien con el corazón; lo esencial es invisible a los ojos”. ”Para ver claro, basta con cambiar la dirección de la mirada”. “Si tú me domesticas, mi vida estará llena de sol”. “Si vienes por ejemplo a las cuatro, desde las tres yo empezaré a ser dichoso”, son algunas de las frases de éste libro, que dejan una enseñanza de valores.

Al español fue traducida por Bonifacio del Carril y su primera publicación fue en septiembre de 1951, y desde esa fecha, se cita, diversos traductores y editoriales han realizado sus propias versiones.

Se destaca que “Saint-Exupéry, ganador de varios de los principales premios literarios de Francia y piloto militar al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, escribió e ilustró el manuscrito mientras se encontraba exiliado en los Estados Unidos tras la batalla de Francia”.

Esta obra fue traducida al otomí por el hidalguense Raymundo Isidro Álvarez y su primera publicación fue en 2011, y un dato que surge es que el principal obstáculo fue el lenguaje, debido a que en ésta lengua no existen algunas palabras que se utilizan en francés.

En 2014, fue publicada la misma obra pero ahora en náhuatl de la huasteca, cuyo traductor fue Refugio Miranda San Román y de acuerdo a fuentes consultadas, el primer tiraje fue de tres mil ejemplares, de los cuales únicamente mil se destinaron para comercializar, y el resto se distribuyó de forma gratuita en lugares donde se encontraban los hablantes.

En bibliotecas de Tulancingo se puede consultar el ejemplar en náhuatl In piltlajtoanpili, “Nitenextilik ika uejueyi maseualme notetlamachtijkatekitl uan nikintlajtlanilik tlan nopa notlaixkopinal kinmajmatiyaya”.
En 2018, el Centro Francés de Estudios Mexicanos y Centroamericanos (CEMCA), publicó la traducción al totonaco, lengua indígena mexicana.

Se precisa que para que cada traducción o publicación de El Principito se realice de forma legal en cualquier país, se necesita pagar los derechos.

Las bibliotecas del municipio los esperan para consultar éste y miles de ejemplares más con los que se cuentan en las ocho estanterías.

En las bibliotecas públicas de Tulancingo, puedes consultar un sinfín de acervo con numerosos temas, ya sea por cuestiones escolares, laborales o por el gusto de leer.
En este número 34 de Tulancingo Lector hablaremos de los Volcanes así como de algunos de los ejemplares sobre éste tópico con los que se cuenta en las estanterías, para todos aquellos que les apasiona ésta rama de la Geología.
Los volcanes son aberturas o grietas de la corteza terrestre a través de las cuales el magma, que es una roca fundida procedente del interior del globo, es expulsada a la superficie en forma de lava, de acuerdo a la definición del Diccionario Visual Altea de la Tierra.
También cita que suelen estar situados en los límites de las placas geológicas; la mayoría de los volcanes se encuentran ubicados en un área denominada Cinturón de Fuego, que se extiende alrededor del Océano Pacífico.
Dicha bibliografía, que se puede consultar en las estanterías de este municipio, agrega que los volcanes se pueden clasificar de acuerdo o a la violencia y frecuencia de sus erupciones.
En el acervo, podrás conocer también subtemas como: el ciclo de la roca, minerales, cuevas y glaciares, entre otros.
Un libro más, es: “Volcanes”, escrito por Susanna van Rose, en el que se menciona que los volcanes y los terremotos son manifestaciones de la naturaleza desbocada.
Así como que un volcán en erupción es capaz de derramar ríos de lava o echar inmensos nubarrones de gas y ceniza a la atmósfera.
Las lectoras y los lectores más pequeños podrán conocer a través de éste libro, datos variados como acerca de la profesión de vulcanólogo, y se resalta que pasan años observando los volcanes para intentar predecir cuándo y cómo será su próxima erupción. La mayor parte del tiempo la dedican a analizar los datos en una oficina o en el laboratorio, no obstante, el trabajo de campo es de gran importancia, y es ahí, donde recogen muestras gaseosas y de lava, además miden los cambios de temperatura y de relieve.
Se explica que para acercarse a donde suceden los mencionados eventos, llevan ropa de protección especial y diversos accesorios como son; casco, guantes hechos de amianto, que es un mineral refractario, resistente al calor, vara metálica, cinta métrica y brújula, por citar algunos.
“Montañas de fuego. La naturaleza de los volcanes” es otro título con el que se cuenta en las estanterías, de los autores Robert W. Decker y Bárbara B. Decker, en el que relatan las erupciones de algunos volcanes y a través de fotografías dan cuenta de la devastación y sus efectos.

En sus primeras páginas el lector es atraído con el siguiente texto, titulado Armero, Colombia: 13 de noviembre de 1985. “Habían pasado las 11 de la noche; la mayoría de las 25 mil personas que vivían en Armero estaban acostadas, aunque muchos demasiado asustados como para poder dormir. Al caer la tarde habían escuchado unos estruendos amenazadores del elevado volcán Ruiz, de cumbre glaciada, y una ligera lluvia de cenizas que había envuelto la ciudad. Después, según lo describió un superviviente [el mundo chilló].
“La tierra se estremeció y el rugido fue tan sonoro que entre el gentío que gritaba no podían escucharse los unos a los otros” …..
Otro libro es “Los volcanes” de Gloria Valek Valdés, quien resalta que la actividad volcánica es un fenómeno natural que puede trasformar de manera drástica y rápida algunas porciones de la superficie terrestre.
A través de esta sección de Tulancingo Lector invitamos a toda la población a conocer más de éste u otro tema de su interés, y acudir a cualquiera de las bibliotecas del municipio.

En el número 33 de la sección Tulancingo Lector hablaremos de la astronomía, y comentaremos algunos de los libros que se pueden consultar al respecto en cualquiera de las ocho estanterías que hay en el municipio.

La astronomía es la ciencia natural que estudia los cuerpos celestes del universo, incluidos las estrellas, los planetas, sus satélites naturales, los asteroides, cometas y meteroides, la materia interestelar, las nebulosas, la materia oscura, las galaxias y demás, de acuerdo con información obtenida en internet.

En las bibliotecas municipales de Tulancingo se cuenta con importante número de acervo de éste tópico, para grandes y para pequeños, todos a su disposición, ya sea para consulta en el lugar o préstamo a domicilio, para lo que se requiere de sencillo trámite.

A continuación comentaremos algunos de los ejemplares: “Historia de la astronomía en México”, compilación de Marco Arturo Moreno Corral, refiere que este ejemplar recoge los momentos más destacados del desarrollo de ésta ciencia en nuestro país, así como que pocas disciplinas en México poseen una tradición tan antigua como la astronomía.

Otro libro es “En busca de las estrellas”, una introducción a la astronomía, de Michael R. Porcelillo, quien perteneció a diversas asociaciones afines con dicha ciencia.

Otro de los ejemplares es: “El sistema solar” del autor Armando García de León Loza, quien habla de las atmósferas y superficies de los planetas, de los elementos químicos que los componen.

Un título más es, “Las estrellas”, de la autoría de Julieta Fierro en el que cita que el libro invita a mirar al cielo y reflexionar sobre este astro.

“Del mundo cuántico al universo en expansión”, de Shahen Hacyan; “Telescopios y las estrellas” de los autores Daniel Malacara y Juan Manuel Malacara; “Telescopios y observatorios”, de Mauricio Tapia.

También de la gran Julieta Fierro se tiene el libro “El universo”, en el que refiere que es lo único que puede compararse con una deidad por su grandeza y sus misterios.

¡Que viene el cometa! De Nigel Calder, “El universo en expansión”, de Luis F. Rodríguez; “El descubrimiento del universo”, de Shahen Hacyan
”El Cometa Halley, 1985-86”, escrito por José Luis Comellas y Manuel Cruz, quienes resaltan el origen de los cometas así como el fin de éstos, hablan del Halley, su aproximación y dan consejos a los observadores

“Eclipse total de Sol” por Julieta Fierro Gossman, Jesús Galindo Trejo y Daniel Flores Gutiérrez, en el que explican que se trata de uno de los fenómenos naturales más espectaculares que podamos observar.

Éstos son sólo algunos de los títulos de este fascinante tópico que están a la espera de ser consultados y através deTulancingo Lector los invitamos a visitar las estanterías de Tulancingo.

En las bibliotecas públicas de Tulancingo se cuenta con más de 40 mil libros de un sinnúmero de temas, por ejemplo del Medio Ambiente, cuyo día se recuerda cada cinco de junio.
La mencionada conmemoración fue establecida por la Asamblea General de Naciones Unidas en su resolución del 15 de diciembre de 1972 durante la jornada de la Conferencia de Estocolmo, Suecia, fue celebrada a partir del año siguiente, por lo que se cumplen 50 años, y de lo que hablaremos en la edición 32 de Tulancingo Lector.
El propósito de esta fecha, se menciona en internet, es concienciar a la sociedad sobre la importancia de garantizar una protección duradera del planeta y sus recursos naturales.
Este año la campaña para el Día Mundial del Medio Ambiente será #SinContaminaciónPorPlásticos, y destaca el Portal Ambiental, que ha llegado a convertirse en una de las plataformas con mayor alcance en favor de las causas ambientales.
De acuerdo con la página de las Naciones Unidas, cada año se producen a nivel mundial más de 400 millones de toneladas de plástico, y se cree que la mitad de este material solo se utiliza una vez.
Con base en la misma fuente, se estima que entre 19 y 23 millones de toneladas de desechos plásticos terminan cada año en lagos, ríos y mares.
“El año pasado, 175 países aprobaron una resolución histórica para acabar con la contaminación por plásticos y forjar un acuerdo internacional jurídicamente vinculante para 2024. Se trata del documento más importante en materia de medio ambiente desde el Acuerdo de París”.
En internet se resalta que el medio ambiente natural comprende componentes físicos, tales como; aire, temperatura, relieve, suelos y cuerpos de agua, así como elementos vivos; plantas, animales y microorganismos.
Para conocer más acerca del tema, se puede consultar acervo en las estanterías de esta ciudad, como puede ser: “De las chinampas a la megalópolis, el medio ambiente en la cuenca de México de la autoría de Exequiel Ezcurra.
Otros relacionados: “La destrucción de la naturaleza”, de Carlos Vázquez Yanes y Alma Orozco Segovia; “Las toxinas ambientales y sus efectos genéticos. ”El calentamiento de la tierra”, de Rudiger Dornbusch & James Poterba.
Además de “El cambio climático”, de Miguel Ángel Rivera Ávila, “Ecología y contaminación ambiental” de David Gordillo H.
De la colección infantil; “El gran libro de la ecología”, “El maravilloso funcionamiento del planeta tierra” y “Cambio climático”, entre muchos más.
A través de Tulancingo Lector se exhorta a cuidar el medio ambiente mediante acciones sencillas; plantar árboles, ahorrar agua, separar la basura, reutilizar lo más que se pueda y utilizar lo menos posible el auto.

En México, cada primer día de junio, se conmemora el Día de la Marina y en la edición 31 de Tulancingo Lector les recomendaremos varios libros que tratan de la vida en el mar.

El día fue establecido, debido a que un uno de junio, pero de 1917, zarpó del puerto de Veracruz, por primera vez, un buque mercante mexicano, el vapor “Tabasco”, cuya tripulación estuvo compuesta solo por mexicanos, de acuerdo con información obtenida en internet.

Se destaca también que la primera ocasión que se celebró fue en 1942, y además, “Se rindió homenaje a las tripulaciones de los buques tanques mexicanos, Potrero del Llano y Faja de Oro, que fueron hundidos por submarinos alemanes los días 13 y 20 de mayo de ese mismo año, durante el desarrollo de la segunda guerra mundial, y donde perdieron la vida muchos marinos”.

Fue el Presidente de la República, General Manuel Ávila Camacho, quien decretó la conmemoración del uno de junio como Día de la Marina Nacional.

De acuerdo con el sitio web de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), actualmente ésta fecha se reconoce con el propósito de concientizar y revalorizar la labor del sector marítimo nacional activo del país.

Para conocer más acerca del mar, los invitamos acudir a cualquiera de las ocho estanterías de Tulancingo, donde se cuenta con acervo que trata de los océanos y de aspectos de la vida marina.

Como ejemplo de los libros que se pueden consultar, está la serie: “El océano y sus recursos”, de los autores; Juan Luis Cifuentes Lemus, Pilar Torres y Marcela Frías, integrada por doce volúmenes; Las ciencias del mar: oceanografía geológica y oceanografía química; oceanografía biológica; acuicultura; flujos de energía en el mar: reproducción y migraciones, además de las ciencias del mar: oceanografía física, matemáticas e ingeniería, por citar algunos.

Quienes desarrollaron esta colección resaltan que el propósito es atraer a los jóvenes que cursan la enseñanza media básica y superior, y dar al público en general una información amena y sencilla sobre el maravilloso mundo que representan los océanos.

Otro ejemplar es: “El misterio de los océanos”, de Jon Erickson, en el que cita, nos introduce en el enigma de las profundidades y también analiza las extrañas formas de vida que se desarrollan en completa oscuridad y los efectos que producen sus continuos movimientos.

Para las pequeñas y pequeños está el Atlas visual de los océanos, de Anita Ganeri e ilustrado por Luciano Corbella, mediante el cual podrán descubrir cómo se forman las olas y de qué está compuesta el agua del océano, así como, la fuerza destructiva de los huracanes y los torbellinos de agua, también podrán aprender acerca de las formaciones de coral y los enormes volcanes bajo el mar, entre muchos títulos más.

Los esperamos en las bibliotecas de esta ciudad, con más de 40 mil ejemplares a su disposición.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró el 20 de mayo, como el Día Internacional de las Abejas, con el propósito de concienciar sobre las amenazas causadas por las actividades humanas a esta especie y otros polinizadores.
Éste es el número 30 de la sección Tulancingo Lector y hablaremos de la importancia de estos insectos y de su labor en el ecosistema, así como de la bibliografía al respecto con la que se cuenta en las bibliotecas de Tulancingo.
“Las abejas pertenecen a la superfamilia Apoidea, miden desde dos milímetros hasta cuatro centímetros”, se cita en la página de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente.
La referida conmemoración data del 2018 y se eligió en honor al natalicio de Antón Jansa, pionero en la apicultura, de acuerdo a consulta en internet.
Con base en información obtenida de la página de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), las abejas, están entre las criaturas más laboriosas del planeta y al transportar el polen de una flor a otra, junto con otros polinizadores, no solo posibilitan la producción de abundantes frutas, frutos secos y semillas, sino también más variedad y mejor calidad, contribuyendo así a la seguridad alimentaria y la nutrición.
Se agrega que la polinización ayuda a mantener la biodiversidad y la vitalidad de los ecosistemas de los que dependen la agricultura y la humanidad.
No obstante, se cita también, que el monocultivo intensivo y el uso indebido de plaguicidas, plantean graves amenazas para los polinizadores al reducir su acceso alimentos y sitios de nido, exponerlos a sustancias químicas perjudiciales y debilitar sus sistemas inmunológicos.
Además de que la mayoría de polinizadores son silvestres, y se incluyen más de 20 mil especies de abejas.
Este año, se expone en la mencionada fuente, bajo el lema “Compromiso con las abejas: por una producción agrícola respetuosa de los polinizadores”, se hace un llamamiento a la acción a todo el mundo con miras a apoyar la producción agrícola favorable.
Otro dato es que los polinizadores contribuyen al 35 por ciento del total de la producción agrícola mundial, polinizando 87 de los 115 principales cultivos alimentarios del mundo.
El tema es muy amplio e interesante y en las estanterías de Tulancingo se cuenta con acervo, como lo es “La vida de las abejas”, de Maurice Maeterlinck, que consta de siete capítulos; El umbral de la colmena, El enjambre, La fundación de la colmena, Las reinas jóvenes, El vuelo nupcial, La matanza de los zánganos y El progreso de la especie.
Mientras que en la sala infantil se encuentra el título “Mi vida de abeja”, cuyo texto es de Kirsten Hall y la ilustración de Isabelle Arsenault, de la colección Libros del Rincón SEP, y en el que se descubrirá cómo viven y trabajan las abejas.

En “Mi primera enciclopedia”, de Robert André, página 77, se explica mediante ilustraciones cómo las abejas obreras recolectan el polen, entre otros libros que hablan de estos insectos.
Los usuarios pueden consultar los ejemplares en el lugar, o bien, tramitar su credencial para préstamo a domicilio, lo que es muy sencillo, y a través de esta sección los invitamos a conocer los servicios que se ofrecen en las ocho bibliotecas de este municipio.

La lectura es un hábito que debería fomentarse desde la niñez, pero no a manera de imposición sino por gusto; que niñas y niños perciban la magia de un libro desde la primera página, lo vean y lo sientan como esa posibilidad de conocer personajes, historias y al mismo tiempo que echan a volar su imaginación, aprendan.
En esta edición de Tulancingo Lector, hablaremos de la lectura desde la inclusión, ya que en la Jefatura de Bibliotecas, se desarrollan diversas actividades con la intención de llegar al mayor número de sectores posibles, sin distinción y en las que los usuarios se sientan en un ambiente de igualdad.
En ésta área se fomenta el hábito la lectura, tanto en escuelas regulares como en las de educación especial, con dinámicas que atraigan a niñas y niños: narrativa, cuentacuentos, creaciones derivadas y biblio-rally, entre otras.
Alumnas y alumnos de educación especial disfrutan de visitar, de manera habitual, la estantería, donde por parte de personal bibliotecario les leen o cuentan un cuento, y surgen dinámicas en las que los asistentes preguntan o con sus propias palabras explican el tema.
También son ellos, los que leen en voz alta fragmentos de libros infantiles o el título de algunos ejemplares, lo que sin duda, los motiva, además de realizar manualidades, a partir de los temas que se leen y de ésta manera se refuerza la lectura y la comprensión lectora.
Desde la experiencia de quienes los atienden, niñas y niños con diversas discapacidades, disfrutan de escuchar o leer un sinnúmero de historias, sobre todo de la Colección Centenaria SEP, tales como: El Último dragón, Las preguntas de Delfina, Tan ligero tan pesado, El oso Ale va a la luna y Amigos, entre una vasta lista de acervo infantil.
Lo antes citado permite que los usuarios tengan una experiencia distinta con los libros, y desde su corta edad conozcan los servicios que se ofrecen en las bibliotecas públicas del municipio.
Con base en información obtenida en internet, la lectura ayuda a la comprensión de textos, mejora el vocabulario y la escritura, además de estimular el razonamiento, la creatividad y la memoria.
Así como favorece la concentración y previene el estrés, activa la empatía y aumenta la curiosidad, por citar algunos beneficios.
Por lo que a través de Tulancingo Lector los invitamos, desde una cultura de inclusión, a conocer las estanterías de Tulancingo o acudir a la que le quede más cercana, y consultar libros del género y autor que prefieran.

En las 8 estanterías de Tulancingo lo festejamos todos los días con fomento a la lectura

Un libro permite conocer un sinfín de lugares a través de la imaginación, y en esta ocasión en Tulancingo Lector hablaremos de el Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor, que se conmemora cada 23 de abril, desde 1995 y que fue promovido por la Unesco.
Con base en información consultada en internet, el objetivo es fomentar la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual.
También se menciona que la efeméride se creó en honor a varios autores quienes nacieron o murieron en esta fecha, tales como; Garcilaso de la Vega, William Shakespeare, Maurice Druon, Manuel Mejía Vallejo y Vladimir Nabokov, por citar algunos.
Para esta conmemoración se organizan diversas actividades, tanto en el ámbito nacional como internacional, por ejemplo; talleres de fomento a la lectura, charlas literarias, lecturas en voz alta y presentaciones de libros.
También es conocido como Día del Libro y resalta la tradición de regalar un ejemplar acompañado de una rosa, lo que se basa en una leyenda, la de un joven venció a un dragón que causaba terror en la villa de Montblanc.
“El ser mitológico había comenzado a comerse a los animales de la zona, pero éstos se habían acabado. Los habitantes acordaron que cada día se sacrificaría al azar uno de ellos.
“Cuando fue turno de la princesa y estaba frente al dragón, un caballero llamado Jordi terminó con ese ser y se dice que de su sangre brotó un gran rosal, del que el joven cortó una flor y se la entregó a la mujer”, se encuentran estos textos en internet.
Con base en el sitio web de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) el mismo año que se proclamó el Día Mundial del libro, pero el 5 de abril, fue creado el Premio Unesco de Literatura Infantil y Juvenil en pro de la tolerancia, el cual se otorga cada dos años a igual número de obras: para niñas y niños hasta los 12 años y para jóvenes entre los 13 y 18 años que mejor represente dicho concepto.
Se enfatiza que la lectura aumenta la comprensión, afina el lenguaje oral y escrito, brinda diversión, amplía el vocabulario, distrae y descansa, entre otras.
En las ocho bibliotecas de Tulancingo se cuenta con más de 42 mil libros, por lo que toda la población podrá encontrar uno acorde a su gusto, los invitamos a ubicar la estantería más cercana y que acudan a leer.
Como parte de las obras de literatura mexicana con las que se cuenta están: Pedro Paramo, de Juan Rulfo; Como agua para chocolate, de Laura Esquivel; El laberinto de la soledad, de Octavio Paz; Aura, de Carlos Fuentes; Al pie de la letra, de Rosario Castellanos y Tarde o temprano de José Emilio Pacheco.
En la Jefatura de Bibliotecas de Tulancingo se conmemora al libro, todos los días, con fomento a la lectura en niños, jóvenes y adultos.